La renovación de la plantilla se hizo indispensable con la retirada de los jugadores más veteranos al finalizar la anterior campaña, hecho que significó que nuestro club tuviera la segunda media de edad más joven de la categoría. Con el objetivo claro de salvar la categoría, el inicio de temporada fue un tanto desalentador, marcado por los malos resultados en la Copa Catalana y la incertidumbre del rendimiento de nuestro conjunto por la falta de experiencia.
En la liga sin embargo, el equipo absoluto se mostró intratable en casa asegurando las primeras cinco victorias de otros tantos partidos.Este hecho provocó que el CN Sant Feliu se encaramara en las primeras posiciones de la tabla realizando partidos memorables, siendo el equipo revelación de la categoría.
La cuarta posición de la tabla se mantuvo hasta bien entrada la segunda vuelta, pero algunas derrotas con tanteos muy justos, lesiones de algunos jugadores importantes y cierta fatiga en la plantilla debida a la poca cantidad de integrantes de la misma, hizo bajar a este conjunto algún peldaño.
Mejorando la puntuación final con respecto a la temporada pasada, un último empate contra el colista, CN Olot, nos privó de mejorar un par de posiciones la clasificación final, premio que hubiera sido justo y merecido.
La octava plaza final dejó una sensación agridulce, aunque evidentemente se consiguió el objetivo planteado, quizás llegó demasiado pronto, pudiendo afectar a la tensión de la plantilla en el ultimo tramo de la competición.
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