La trayectoria descendente que últimamente presentaba el equipo femenino absoluto no pudo frenarse y acabó sucumbiendo a la trágica evidencia. Después de 11 temporadas en la máxima categoría del waterpolo español, habiendo disputando en algunas de ellas el preciado Trofeo de su majestad la Reina, nuestras deportistas no fueron capaces de conseguir su permanencia en esta división. El retorno de Rafa López fue una buena solución para intentar la gesta pero la plantilla formada solamente por 10 jugadoras absolutas, fue demasiada corta de efectivos para aguantar una temporada larga y cada vez más exigente.
Aún así y con las grandes deficiencias que presentaba el equipo, luchó para conseguir como mínimo disputar la fase de promoción, última oportunidad de salvar la categoría. Dos victorias, ambas contra el CN Vallirana nos dieron ese derecho.
Sin embargo el rival de dicha fase, iba a ser un hueso duro de roer. El CN Terrassa con un equipo joven y bien conjuntado consiguió la gesta con dos victorias merecidas, una de ellas en el Complex, un escenario preparado para la ocasión con un gran ambiente en sus gradas.
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